
Escribir este nuevo artículo del blog resulta sumamente interesante e inspirador, pues son ya muchos los años que llevo practicando el minimalismo como parte de mi vida y los beneficios en la acumulación de experiencias y momentos son muy reveladores.
Puedo decir que ya no recuerdo mucho de aquellos días en los que “tenía” que comprar algunas cosas, en los que la saturación era el común denominador de lo que tenía como vida, hoy ya he adoptado el minimalismo con parte de mi vida y es algo que veo como normal, a pesar de que en estricto sentido no lo es para el mundo consumista en el que nos encontramos.
Voy a retomar lo que escribí en mi primer libro Camino al Minimalismo hace poco más de 11 años y dice: “El Minimalismo tiene por objeto simplificar la vida, estableciendo limitaciones a nuestros hábitos de consumo, de organización y de actuación con la firme determinación de gestar un cambio que mejore nuestra existencia”.
Y pues tengo que confesar que efectivamente este cambio se ha dado en muchos ámbitos de mi vida, pero en este primer acercamiento a lo que es hoy en día mi uso del minimalismo podría compartirles lo siguiente:
- Tengo las posesiones que necesito para vivir y no más.
- Pondero mucho las experiencias al consumo innecesario.
- Al contar con aquello que necesito para vivir no me estoy preocupando en algo que No tenga.
- Sé que para mí darme un gusto significa darme una experiencia de vida o un momento inolvidable.
- Sé exactamente donde tienen que estar las cosas en el momento que las necesito.
- Le doy distintos usos a un mismo artículo pues no necesito diferentes versiones del mismo.
Y aunado a lo anterior, quiero compartirles también muchas buenas cosas que me han ocurrido con el minimalismo:
- Leo muchísimo más con mi Kindle que antes, tengo un hábito de lectura muy arraigado y útil.
- La televisión se utiliza en muy contadas ocasiones, y para ver series, siempre acompañado.
- He recorrido muchísimos kilómetros en carretera y en avión.
- Tengo siempre a la mano una maleta para cualquier ocasión que se presente.
- He aprendido a vivir de manera más nómada con lo justo en una mochila y una maleta.
- Soy mucho más práctico en las salidas y en las actividades llevando lo que se va a necesitar y el “por si acaso”.
Conforme pasen las semanas, iré compartiendo muchas más ideas que me han servido en una vida con menos cosas que esto convencido les serán de mucha utilidad.
Por el momento los dejo con una reflexión que engloba toda mi idea minimalista: Menos es Mejor.
Muchas gracias.
Omar Carreño – @OmarBloguero